14 de noviembre-05 de
diciembre de 2014
Nada de qué huir.
Ningún fantasma.
La brevedad que soy cabiendo
en la mochila.
Cerrar la puerta de la
fortaleza por 21 días, a pesar del ruego
de mi almohada que se presiente sin sueños; a pesar de los ojos de mis perros…
Un viaje. Borrar los límites de
mi pequeño mapa incluso desmarcando las zonas de soledad, abismo o locura.
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