jueves, 30 de abril de 2009

Sin excusas



-¿Tela de Namibia, Zimbabwe o Botswana?

-Ehhhh?
*



No quiero. En todo caso si se le ocurre algo, a alguien…
Lo que es por mí: se me fueron las ganas de inventarle una historia. Me pudrió. Esta no-historia y mi amnesia selectiva me pudrieron.

Casi las dos de la mañana y ni siquiera logro recordar el olor de ese bar.

Caigo en la cuenta de que sólo en Google se puede encontrar la libertad de inventar los segundos y los colores y las callecitas de Buenos Aires que tienen ese qué se yo…

Esta foto está presa. Presa, sí. De las coordenadas: calle Borges y plaza Cortazar. Palermo SoHo. Al sur de una Houston que no existe.

Esta foto y Ella compartiendo la tarde.
Partiendo la tarde, mejor.

¿Qué ficción?
Seeeee… vení mañana… Como mucho un ejercicio de estilo sugerido por Stephen King.


¿Y si lo cuento como una pesadilla, en blanco y negro? Ella también. Blanca y negra, llorisqueando.
Lo siniestro… ¿La mano? ¿Ella?

Busco la lupa del fotoshop. Ampliar. Entonces surge el contexto real, realmente escala de grises: tarde de verano en Palermo SoHo y la gran representación primermundista que viaja en llantas 17 con incrustaciones de perro.
¡Horrible!
Dice mi sentido común: ¡Basta, rompé la foto de una vez!
No.
O la foto es su propio texto o yo no tengo más ganas de escribir o la voz de Thom Yorke me satura de tal forma que sólo se me ocurre
(lalalalalala)
am up in the clouds
I am up in the clouds
And I can't and I can't come down
(lalalala)
No sé...

¿Contar sobre el vendedor? Quizá.
Un tipo afable, de muchos dientes símil oro, portando un maletín de ejecutivo combinado con sandalias.
Pudo haber sido buena. Un extranjero, inquilino de una casa tomada sobre la calle Honduras. Cada mañana recorre la ciudad ofreciendo su mercancía. Va lookeado. Con celular y sombrilla porta-anillos para los días de parada fija.

Pero no. Lo pierdo de vista.

Vuelve ella y llora. Me cuenta una historia de amor estilo milanesas con puré. Historia que no recuerdo haber vivido. Mucho maquillaje de pregunta para un clásico reproche: “¿Por qué no hubo para mí una familia con perro, esposo, hijos, jardín, vacaciones? (reproducir orden aleatorio)
Las manos de ella tienen uñas borgoña. Largas. Solía clavármelas imitando a Dita Von Teese. Su engaño es, casi, tan imperdonable como el mío.

La foto se devoró la historia y acá sigue sonando Yorke.
I am up in the clouds
And I can't and I can't come down


Reduzco el tamaño pero todo sigue allí.
Estaban los mozos. Políglotas, apolíneos ellos, que suspenden durante su servicio la realidad de regresar a casa en el Plaza, previo sortear (los días de lluvia) las alocadas carreras de las ratas de Retiro.
Ella llora. Los mozos sonríen (tiene plus en el recibo de sueldo).El vendedor ofrece collares y pulseras a dos mujeres. Se prueban, tocan.

Por un momento cambio posiciones. Soy el vendedor y descubro a un tipo que me saca una foto. Eyyy bwana is my hand…Terrible paliza, policía, cámara destruida.
Su llanto al cuadrado.

Ahora soy ella y ella una vendedora negra. Pienso: ¿tendrá hijos, perro, marido? Lloro porque jamás tuve algún amor que se extendiera más allá de simples espasmos.
De milanesas con puré a hot dog, sin escalas.

Cambio. Soy el mozo. Mido a la pareja y especulo con sus caras: el tipo tiene cara de boludo, quizá deje buena propina...
Nada.

Odio sentirme así. Ni una mísera palabra para esta foto. Foto de mierda. Instante de mierda.

Vuelvo a Cambiar el foco. En el sector de la izquierda, junto al baño (fumadores por supuesto) cinco tipos miran el partido. Boca es uno. Los veo felices en un mundo de cervezas creams.
¿Cuándo derogaron las leyes del Karma?

Ella y yo. Frikis “in very nice restaurant in Palermo District of Buenos Aires” (referencia incluida si fuésemos a parar a un alojador free de imágenes… Así como irá a parar la mano del vendedor si no la deleteo antes)
*

Yorke. Ella y Dita. Los mozos. Los jugadores de fútbol. Borges. Mangels. Toda esta mezcla en un par de píxeles.

Creo que miraba la mano para no verla. Es fea cuando llora. Dijo algo así como que se cansó de esperar y su voz comenzó a quebrarse.
Todos sabemos en qué recuerdo se nos quiebra la voz. Ella lo sabía y pudiendo evitarlo no lo hizo. Conozco ese viejo propósito.

Hasta el recuerdo del sonido arruina la imagen. Alguien había cargado la jukebox y Axel Roses desencajaba con el celeste pastel de las paredes, con el grito de gol, con el reflejo verde del traje exótico, con el llanto.

En ese momento puse el foco en el gran anillo… y apreté el botón.

Y ella gastando sus últimas palabras:

- …

Le pido que me repita la pregunta:

-digo… si no te da vergüenza seguir vivo?
*
No. Definitivamente, sobre esta foto, no tengo nada que decir.

sábado, 11 de abril de 2009

PUDO SER TU MASCOTA





                                                                         Una frase aislada…tiende a resonar como
                                                                          un oráculo” Maurice Blanchot
                                                                        
                                                                         Qué es pues lo que hace al habla tan
                                                                         terrible(…) que es irreversibleSur Racine,
                                                                          Roland Barthes



    El incidente no duró más de treinta segundos:  Laura   apareció bajo la arcada del comedor; traía una bandeja forrada en papel dorado; Sobre la bandeja, rigurosamente acomodado, descansaba un lechón. Caminó en dirección a la mesa donde se encontraban  los nueve invitados. “ Un aplauso” pidió Alberto y se escuchó un leve batir de palmas. Cuando este  se fue apagando, una voz, desde el final de la mesa, dijo “ pudo ser tu mascota”. Laura supo que había sido la voz de Cristina pero fingió  no haberla  escuchado. Evitó mirar   hacia el fondo del comedor y a cambio, buscó los ojos de Víctor, su marido, quien entendió el pedido y se paró:
-Bueno, vamos a trozar esta hermosura- dijo, sacándole al lechón el gorro de feliz cumpleaños.
  Eso fue todo. Sólo eso. Cristina no dijo más y la fiesta continuó, sin sobresaltos, hasta las cuatro de la madrugada momento en que  los  invitados comenzaron a retirarse, souvenir en mano. Laura sólo  esquivó un saludo, el de Cristina,  yendo al baño en el preciso momento en que ésta se despedía.
                                                                *****
- Qué hermosa fiesta- dijo Karina, compañera de Laura  en la  municipalidad- la verdad que me divertí.
- Sí- respondió su esposo-  estuvo buena, sobre todo el  whisky que era de primera.
- Laura estaba preciosa, el verde le queda bárbaro, viste que ni se le notan los años.
- No.
- Qué buen gusto para decorar la casa. Lo único que yo sacaría son esas columnas de yeso. ¿Viste lo que le dijo esa mujer?
-¿Cuál?
- La que estaba sentada, sola, en el fondo. Esa tal Cristina. Una desubicada. No Pases el semáforo en rojo.
-¿Por?
- Porque nos pueden chocar.
- No... ¿Por qué es una desubicada?
- Cómo  por qué, no escuchaste lo que dijo, lo de la mascota, cuando Laurita entró con la bandeja.
- Andá a saber de que hablaba. 
- Para mí que le tiene envidia.  Por lo que sé es de esas mujeres que viven en el psicoanalista.  Con Laura se conocen desde chicas así que para decirle lo que le dijo algún complejo debe tener, fijate que todo estaba organizado a las mil maravillas, con qué la podía atacar que no fuera ese pobre lechón disfrazado.
- Sí, puede ser.
- Claro que es eso.
-Por ahí es una cuestión de religión, qué sabes. Anda preparando las llaves de casa.  
                                                                            *****

  Alberto y Carlos, dos amigos de Víctor, siguieron la fiesta en el bar de calle 10.
 - Traeme dos cuantró – le dijo Alberto a la mesera- ¿Cuántos puchos te quedan?
- Cinco- contó Carlos- después compro. Qué me decís de Cristina.
- Esa mina es increíble, vive de joda. Viste la cara de la fulana.
- Si, casi se muere.
 - Pero se hizo bien la boluda. Vos sabés que me imaginaba a Laurita paseando el chancho por Parque Saavedra  y me descomponía.
- Me parece que el chiste no cayó bien. A Cristina se le pasaron las copas.
- Nada que ver, vos no la conoces como yo, para hacer esas jodas agrias no necesita estar borracha.
- Señor su cuantró- dijo la mesera.
                                                            *****
Marina y Claudia  tomaron un taxi hasta el departamento.
- ¿ Habrá quedado alguna buscapina?- preguntó Marina revisando los cajones- tengo miedo que el lechón me caiga mal.
- Me podés explicar qué pasó- preguntó Claudia- me perdí la mitad de la escena.  
- ¿De qué hablás? ¿De Cristina?
-Sí.
- Nada, eso, lo que escuchaste.
-Pero... ¿Por qué dijo eso?
- Querés que te diga, me parece que está saliendo con Víctor.
- Ay, ¡Callate!
- No sé, es un presentimiento.  No te parece sospechoso que usen el mismo perfume y tengan el mismo color de pelo.
-Pero el de Laura es natural.
- Por eso mismo.  Aparte no viste cómo lo miraba. No va a ser ni la primera ni la última que se mete en la casa del amante haciéndose la amiga.
-Pobre Laura, habría que decirle.
- No, nena, en esas cosas no te podes meter, después todo se arregla y quedás en el medio.
- Habría que decirle.
                                                                *****

Cesar caminó hasta la avenida 72 y esperó que llegara el 508. La frase de Cristina le trajo recuerdos. La insoportable levedad del ser. Una película que habían visto juntos, Laura y él. ¿ Cuántos años habían pasado? ¿Diez? ¿ Más? Ella aún conservaba el parecido con Lena Olin.  Cómo volver  en el tiempo y borrar a Víctor. ¿ Para qué seguía yendo a su casa? Intentó  justificar el sacrificio  y su costumbre de seguir siendo una mascota. Odió a Cristina porque sabía que Laura estaba lastimada. La odió aunque le reconoció a la frase cierto grado de sinceridad.
                                                                 *****
   Víctor cerró las ventanas y apagó las luces del jardín.
- Me voy a acostar, estoy muerto- dijo.
- ¿Escuchaste lo que me dijo?- preguntó Laura.
- Sí, no le des bola.
-¿Por qué lo habrá dicho?
- Si no te molesta me voy a dormir.
-No, andá tranquilo... ( anda tranquilo que yo me quedo juntando las sobras de este lechón, arreglando la mesa, secando las copas, estas fiestas de cumpleaños son así, terminás trabajando el doble y todos chau chau, a ver cuando hacen otra)... Víctor
- volvió a insistir entrando en el dormitorio- ¿ No se te ocurre  un por qué?
-Qué sé yo, se le habrá dado por la ecología.
- No me cargues, ¿Será envidia?
- Puede ser. Dormite.
-Si dormí... ( como si fuera tan fácil sabiendo que tu amiga te envidia con lo dañino que es. No sé por qué me puede envidiar. Quizá la casa que tengo pero ella prefirió viajar a Europa y yo me quejé acaso. Me hizo sentir ridícula. Pudo ser tu mascota. ¿Será odio? Si me odia es por Víctor) Víctor- dijo golpeando el brazo de su marido- Víctor, jurame que no pasó más nada con ella. 
- Te lo juro. Dormí.
-  Por ahí buscaba llamar la atención.
- Mañana  le hablás por teléfono y te sacas la duda.
- Ni loca le doy el gusto.
                                                                       *****
  Cristina llegó a su casa. Prendió sólo el velador del dormitorio. Se quitó el vestido y los zapatos; se acostó. Sonreía.

martes, 7 de abril de 2009

Off Line!!!!


Mail por Mail. Un off line que se ríe del destiempo. Una cachetada al orden establecido.

Como una piedra arrojada al agua... ondas que se expanden... ilimitadas.


¿Hasta dónde?

Hasta donde pueda o quiera entenderse.





Por aquí canta Massive Attack...




"I found a reason" ...





De un crupier a un caballero... como siempre!!!!

jueves, 2 de abril de 2009

Cifras






Salón Azul del Congreso de la Nación. Fueron más de 24.000 personas las que pasaron junto al féretro. Más de 24, las horas que lleva la televisión recordando pasajes de la reciente historia argentina.

Cuántos políticos fueron entrevistados? Muchos salieron de sus cuevas, quizá porque ya no está Alfonsín para refutar alguna de sus verdades (las de ellos)


Hoy será su gran despedida.
Hoy es 2 de Abril. Y el tiempo que encierran los números 1982-1983 quedará en la memoria colectiva de esta nación.

No son muchos los que pasan a formar parte de la historia.
No son muchos los que merecen pasar a la historia.


Conservo en mi propia fracción una madrugada de cintas rojas y blancas. Era Octubre y estábamos todos los sobrevivientes de pie. (Y nuestros muertos cargados en nuestras espaldas)

Festejábamos lo que había quedado de vida.
Y las palabras convicción, lealtad, democracia… Libertad, rondaron las plazas hasta el amanecer.

Alfonsín acaba de irse. Malvinas, a miles de kilómetros, aún no regresó a nuestra patria.


Tantos números, tanta gente, tantas palabras… Y la historia que se empeña en enseñarnos que su esencia sólo se traduce en hechos.


El pasacalle:
"Por las luchas de ayer, por los derechos de hoy, por la igualdad de mañana. Juventud Radical"
(Foto extraída de : www.elsigloweb.com)