jueves, 14 de agosto de 2008

Tratar, tratar, tratar









Entablar relaciones con otras almas es un trabajo de relojería… un bordado con pequeñas hebras de oro… un bordado lento, honesto, sumamente prolijo…

Desde el vínculo familiar casi obligatorio hasta las relaciones elegidas por su dulzura… Padres-hijos, amigos, esposos… maestro-discípulo… Y siempre DIOS en el centro.

Transcribo este pequeño párrafo de S.S. Bhakti Tirtha Swami que, como una luz intensa, aleja las dudas:


“Debemos ir más allá que meramente amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Deberíamos en realidad amar a los demás aún más de lo que nos amamos a nosotros mismos. (…)

Como guerreros espirituales debemos recordar que cada vez que interactuamos con otro individuo, estamos o compartiendo nuestro amor o expresando nuestra falta de amor. Otros están haciendo exactamente lo mismo. La gente a quien le falta bondad, es demandante, hiriente, iracunda o triste está en realidad reclamando amor. Deberíamos estar siempre conscientes de la falta universal de amor y compartir el nuestro generosamente. En cada situación nos debemos preguntar, “¿Cuál es el factor de amor aquí al que debería dirigirme?”

Dicen los que saben que el único método para avanzar en la vida espiritual es TRATAR y TRATAR y TRATAR … jamás bajar los brazos!

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