Veámoslo un poco con tus ojos…
Para comprender y comprendernos es necesaria una mirada más amplia.
El mundo les pesa a unos más que a otros pero todos estamos juntos, acá, para aprender.
“Ponerse en los zapatos del otro” no es tarea fácil… tampoco imposible. Quizá las palabras nunca alcancen pero….
Dos Lobos
El abuelo le dijo a su nieto que venía lleno de ira por una injusticia cometida por su amigo…
- Dejarme contarte una historia. Yo también, en ciertas ocasiones, he sentido un gran odio por aquellos que hacen cualquier cosa sin medir el dolor que causan. Pero el odio te hunde aún más y no lastima a tu enemigo. Es como tomar veneno deseando que tu enemigo muera. Eso no va a suceder. He luchado con estas sensaciones muchas veces.
Y continuó:
- Es como si hubiese dos lobos dentro de mí; Uno es bueno y no hace ningún daño. Él vive en armonía con todo a su alrededor y no ofende cuando se siente ofendido. Él luchará solamente cuando deba hacerlo, del modo correcto. Él ahorra toda su energía para la lucha justa. ¡Pero el otro lobo, ayyyyy! Él está lleno de cólera. La cosa más pequeña lo perturba. Él lucha contra todos, todo el tiempo, sin ninguna razón. Él no puede pensar porque su ira y su odio son demasiado grandes. Esa ira es inútil porque no cambiará nada. Es muy difícil vivir con estos dos lobos dentro de mí, porque los dos intentan dominar mi mente.
El chico miraba atentamente a los ojos de su abuelo y preguntó:
- Cuál de los dos gana, abuelo?
El abuelo sonrió y dijo tranquilamente
-Aquel que yo alimente.
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