sábado, 16 de agosto de 2008

Academia



¡Tan pasado! Corría, deshilachada, tratando de unir lo que( luego supe) eran puras ficciones...



"El tiempo universitario pasaba y no había logrado adaptarme al rigor: asambleas de los representantes sin quórum de los representados, concursos legitimados por los parientes de los concursantes, parciales, siglas de cofradía: T.P. C.E.H.C.E., U.N.L.P., C.N.U.(¿dónde la escuché?), tomas simbólicas y recitales de quena. Participé en un par de marchas: por la justicia, por la paz, por la aparición de un cuerpo ausente. A las otras las miraba sentado en los bancos de la plaza Italia: por el cultivo del bambú para los osos panda, por joder, por las dudas.
Juan tampoco estaba conforme pero lo suyo era un cambio de personalidad, quería ser otro.
Cuando lo conocí era monoteísta, epiléptico y un gran caminador. Había abandonado el Seminario de Azul para conocer la vida. Bastaron los griegos para corroborar las dudas. Bastó un Mesías enfermo para que olvidara su enfermedad y los versos de un borracho persa para meditar tirado en una cama. Fue el más grande de los poetas sin contemporáneos. Un histórico sin coordenadas capaz de discutir conceptos de física cuántica citando versos de Baudelaire o de Leopardi en la lengua original.(...)
De "Shh, que sueñes con angelitos", pag.59

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