No hay familia alrededor de la guisera
Ni olor a laurel
No hay
restos de Enero
de 1940
entre
las paletas del ventilador
ni humo
de habano
ni sudor
sobre satén
Tampoco
se ve
En la
pupila del payaso
La
silueta de la pintora
Ni su
delantal
Ni sus
dientes mordiendo
el labio
inferior
Desapareció
el campesino
que
acompañaba a la muchacha
de las
piernas de bronce
- estará
en alguna otra tienda-
y las flores del altar
Sin
tulipa
sin el
último hasta luego
el
velador
sigue
practicando
su
perfomance
de
equilibrista
Todo
está desnudo
en esta
vidriera
sin
arrugas
solo el
gato
viste
la
caricia
de su
dueño
sobre el
lomo.
2 comentarios:
Tremendo!
De verdad.
Mis respetos.
Confieso que al gato no le gusto mucho la idea de fotografiarse, pero le dije:
-Perdoname! Creí que eras de porcelana...
No me creyó.
Gracias por el comentario.
Saludos
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