Siete kilómetros hasta el centro de la ciudad en compañía de un
Tom Waits, marchitándose.
I disappear in your name
But you must wait for me
(¿Dónde estará su Alice?)
El amor era tan claro.
La mano de Ulises a la salida de la escuela; El turno cedido en
las hamacas.
Escondernos tras un árbol y desafiar a los buscadores con un
beso.
Lágrimas enanas tratando de detener un autobús gigante, al final
de las vacaciones.
Los ojos de los vecinos tras las mirillas presintiendo el
vestido en el suelo.
Más de un silencio del otro lado del teléfono y los planos de la
fuga que no fue.
¿Y ahora?
Baby all I can think of is Alice
Tan claro
Escapar, por fin, a la
carrera y la cita apresurada en un
hotel. La antigua zozobra del ya
vendrá viendo pasar cientos de autos desconocidos.
El jardín de mis sueños, floreciendo, sobre las ruinas de una
ruta helada.
La voz de la noche que prescribía desmesuras y el coraje que no fue.
¿Ahora?
And so a secret kiss
Brings madness with the bliss
Tan
Guirnaldas de incienso y
el sonido de la pandereta. Las nubes poniendo sus pies en el río y los
kilómetros que no marca ningún mapa. Ese polizón de un barco imaginario. Los
ojos que supieron decir adiós.
- Un brontosaurio en el sur
argentino- dice la locutora.
(Chatwin tenía razón cuando afirmaba que su abuela tenía en la
vitrina un pedacito de piel de dicho animal.)
Un brontosaurio.
Entonces, escuchás la noticia y, por unos minutos, te olvidas del
pequeño que, parado en la puerta de su casa, saluda el paso del cortejo
fúnebre. También se diluyen las cinco limpavidrios de 59 y diagonal 78. Y el pibe de los malabares con espadas. Te
olvidás que es lunes y la estatua de Ofelia volverá a congelarse esta noche.
Te olvidás de lo claro que te había resultado el amor…
Y Tom Waits ,ya, marchito.
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