Otoño
del ´66.
Tim Buckley frente a un niño recién nacido. Busca en su mente una
casilla donde poner esta imagen, pero no la encuentra. Se va perdiendo entre laberintos blancos y botellas de Jack
Daniels hasta el adiós final.
Su
legado: un apellido “algo” famoso y un par de cuerdas vocales.
El
pequeño Jeff o "Scottie"
Moorhead creció en un territorio lleno de preguntas. Preguntas que se
instalaron en esas cuerdas vocales heredadas con la ilusión de recibir
respuestas.
1991.
Iglesia Santa Ana, Nueva York. Se organizó un tributo a Tim Buckley. Jeff participó interpretando "I Never Asked To Be Your Mountain".
Fue
absolutamente personal… saldar una antigua deuda, quizá.
Ese
tributo fue el primer escalón a la fama, al reconocimiento de pares y al
negocio de la música (del que siempre renegaría)
Noches
inolvidables en el Sin-é, 122
St . Mark's Place en Manhattan's East Village, covereando
a cantautores de la talla de Cohen, Simone, Dylan. Recitando a Poe… soñando con
versos de Baudelaire o de Rimbaud. Mezclando el sonido occidental con la
armonía de oriente. Siempre buscando respuestas.
Luego
de su “Grace” publicado en 1994 y un número interminable de conciertos
sintió la necesidad del anonimato. Volver a ser nada más que un simple músico.
Quiso sacarse esa pesadísima corona de laureles.
En
1996 deja a JEFF BUCKLEY en el ropero y se viste de Martha and the Nicotines o Jaime de Cevallos
o Topless America…
¿Con
qué fin?
“El lujo
de equivocarme, de arriesgarme, de rendirme…” Tan simple como eso.
29
de mayo de 1997.
Jeff
estaba en Memphis preparando su segundo
disco “My Sweetheart The Drunk”.
Ya
era de noche cuando él y su amigo Keith, tras perderse entre las calles del
lugar dieron con el margen del río Wolf,
un afluente del Mississippi, suave en la superficie pero violento allí donde no
se ve.
Entre
rocas y basura y botellas Keith hizo sonar su guitarra mientras Jeff,
vestido con su jean, sus botas y su camiseta blanca, se iba metiendo en la boca
del lobo.
-¿Ey,
Qué hacés?
Jeff seguía nadando mientras
cantaba
“I'm
gonna give you my love... I'm gonna give you my love”
-Viene
un barco… salí del agua!
Minutos
después, Keith ya no vio a su amigo
sobre la superficie. Se cansó de gritar su nombre.
Helicópteros,
buzos, patrullas. La búsqueda de Jeff no
dio resultados. Como en el cuento, el lobo se había tragado a su víctima.
Una
semana después su piercing intacto y su cuerpo mutilado por el agua flotaban en
el Mississippi.
-Ni
drogas ni alcohol en sangre.
-
¿Preguntas en las cuerdas vocales?
-
Puede haber quedado alguna pero casi todas fueron contestadas por el río.
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“
stay with me under these waves, tonight.
be
free for once in your life tonight.”
[Nightmares by the Sea]
Hoy.
Tributos. Muchos y merecidos de esos otros “hijos” que sienten una especie de
deuda, también.
"Jeff
Buckley era una gota pura en un océano de ruido." (Bono)
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