viernes, 15 de febrero de 2008
Entre Paréntesis
El dijo “No me esperes...” y por un segundo el mundo detuvo su marcha. Cientos de imágenes, voces, colores.
Ella cerró los ojos y, amparada en alguna melodía querida, susurró para sí: “Lo sabía. No esperaré…”
No es tanto el tiempo que resta.
Crupier: Después de este nuevo adiós, sentiré, por fin, mi preciada libertad?
Tu sonrisa siempre fue una cuestión de actitud... No te dejes arrastrar. Sabés por donde está la salida!
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Lo propio sin verso
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