domingo, 17 de febrero de 2013

Manuel...





Atardece y los zorzales desvuelan  el día.
Mañana no va llover, dice Manuel. Y le creo.

Manuel:
un metro noventa de paciencia
setenta y siete años de esperanzas
una gorra de Racing
- primer  recuerdo “porteño” abrochado a la memoria -
un tren huyendo de la zafra
tres  de la mañana a nueve de la noche
hacia la Buenos Aires de riachuelos oxidados
de los tiros nocturnos
de cazadores  buscando bajo la cama.
de los mutilados sobreviviendo en el Dock.


Dar es mucho mejor que recibir,  dice Manuel. Los agujeros de sus zapatillas lo confirman. Y le creo.



Manuel:
el sueño percudido
de levantar  un vivero
nylon  grueso postes guías de caña semillas

O
el corazón con marcapasos
garantía por seis años

O
la risa infantil
En AM
que se descuelga de su bolsillo
una sola vez me alzaron
para besar a mi hermano
cosas de féretros altos
en medio del rancho
para difuntos bajitos.

Mientras las lágrimas se chocan con el borde inferior de sus anteojos
una pena que la gente se vaya  apagando, dice Manuel. Y yo le creo.

— ¿Le puedo sacar una foto Don Manuel?
— Como no… Saca un trapito del bolsillo para secar los lentes.
Manuel, el de la foto.
El que  planta frases en el aire.
El que desentierra palabras de sus uñas

1 comentario:

Franz dijo...

Brutal.

Podría pasar horas escuchándole, lo se. Envolviste las lentes con ternura Jota... los trenes!

Besos&Y