lunes, 5 de septiembre de 2011

"The Dangerous Ability to Fascinate Other People" o cómo pintar volando. Ángel Otero


“Yo escribía silencios, noches, anotaba lo inexpresable. Fijaba vértigos.”
La alquimia del verbo, Arthur Rimbaud



Las manos del artista son dos remos, hundiéndose en un mar de pintura.  Así se abre este nuevo universo ante los ojos.

“Yo no busco, encuentro” señala Picasso.

- Será nomás- me digo, y encuentro una frase sobre una textura “imposible”:



“If you don´t know how to fly…”  Girondo, pensé. Ese precioso espantapájaros. Y miré. Y vi.   ¿Qué ojo no observa, selecciona, y luego guarda  en la memoria?

 El artista pone en su obra todo lo que es, lo que ha sido; incluso pone lo que será en términos de esperanza. Ángel Otero se pinta. 
Quizá el Arte sea este contarse la propia historia. Desentramar. Quitar capas de pintura, poner capas de pintura.  Buscar aquellos momentos anclados en el pasado,  parte inapelable de lo que somos.      

Busco “Santurce” (su ciudad)  entre las pinceladas. Las montañas y ese color de barrio pobre en monedas, pero rico – muy-  en colores y sonidos.  Busco ruegos nocturnos  en los brazos de la fe.

 Encuentro  una sonrisa de colores primarios,  mientras el piso  se mueve y  el viento asusta a los pájaros de la bahía.

313 dice la puerta del laberinto donde el alquimista  transformará  sueños en pieles de gruesos óleos.
Espío… Una repisa con diversos trofeos cuyas historias pasarán a formar parte de otra y otra y otra capa de óleo. Una jirafa dislocada, un loro, un bongo, elefantes de la suerte, estampitas de San Sebastián. Restos de  macramé y el mar ondulando la playa.
 
 Puesto en la vidriera, se mira incrédulo.

En escena:

  Ángel Otero (Puerto Rico, 1981) es un artista plástico que, tras su paso por la Facultad de Humanidades,  en su tierra,   llegó a Chicago.  Una beca de estudios le abría las puertas.  Trataba de masticar  las palabras en inglés y llevaba consigo una serie de nombres, amuletos, guías en el arte de poner sobre un lienzo una visión del mundo.  Alguien le había hecho ese gran favor: allá, donde habían quedado las montañas, los santos, los manteles de abuela;  le había hablado de Pollock, de  Willem de Kooning. Traía, también, girasoles y cuervos de Vincent,  Mujeres de Picasso.  Algún Basquiat. Un  Warhol.
   Cuenta que se sentía ignorante: su familia no se dedicaba al arte y le resultaba “poco” lo que había  aprendido  para enfrentarse a este nuevo canon.
“Qué se siente viviendo en los años `50…”  fue el comentario de un agudo profesor. Claro, en el corazón de la modernidad, lo contemporáneo es un trágico Aquí y Ahora, casi inaccesible para los que vivimos en los bordes del mundo.
 Aprender. Aprehender. Estaban allí los nuevos nombres, las técnicas de experimentación, la vidriera. Impensable, confesará. (“they would give the award to a Puerto Rican artist from Bayamón.”)

 Desafío permanente este mantenerse a flote dentro de enormes cubos de pintura non plus ultra. 
 Becas, premios, y su propio espacio.
 Experimenta con los materiales: acrílicos, óleos, cera fría,  semillas de lino pintura en aerosol, arcilla, lo que sea capaz de transmitir un estado de ánimo, un recuerdo.
Es un proceso intuitivo, según sus palabras  y un mínimo plan inicial para ir construyendo.  ConstruyéndoSE. Vistiéndose con pieles  de petróleo.
 Montañas de pintura al óleo seca, descartada, mezclada con pintura nueva. Mixturas sobre plexiglás.  Capas de piel con nervaduras.  Pinturas-collage. “No sé si hermosa… diferente”. Borrar los límites entre la pintura y la escultura.  Dos dimensiones/ tres dimensiones.




 De las fotografías:
Sosteniendo  la memoria, una colección de instantes. Todos merecedores de un nombre propio. Personales. Personalísimos.
No es una playa, un balcón, una virgen, una escalera. Es LA playa, EL balcón, LA virgen, LA escalera. Una abstracción de coordenadas difusas que, sin embargo, soporta todo el peso del pasado. 

De los títulos:
Versos. Breves pensamientos de  labios ancestrales. Polifonía selecta por un espíritu  que busca más allá de los bordes.
 Conservar la lengua aún sabiendo cuál es el público mayoritario del presente.
“Mi abuelita decía…”


 I Love To Leave You Like This ; Window´s coast; Portrait with crossed arms Let wáter run ;Volar –angel otero ;Little loner ;Portrait of Dad when he was young “Flesh is the Reason Oil Paint Was Invented” ( Willem de Kooning);“I Am Taking You So You Take Me”; Now is Thirst a Desire? ;There is nothing so I wonder… ; Leftovers; Maria Luisa; Exquisito; 11:11 PM ;“If you don´t  know how to fly”;  He Prefers Himself to Everyone Else Because Everyone Else Abandons Him II ;I Can Hear the World Beginning ;Dandelions; Stain;No Light On Full Moon; Christina; Olivia; Solo;  Portrait of Grandma's Table ;the most valuable thing in the house; Macrame Stair (star on paper) (entre otros).

Del Recuerdo personal, el susurro de grandes maestros y  los accidentes de un material  demasiadas  veces anárquico   surge cada día un nuevo universo. 

Capas de pintura.
 -Como las capas de palabras- pienso. 

La madrugada se descuelga  por uno de los manteles hacia el piso de la sala… silenciosa.
Entonces, quizá  se me permita  parafrasear al pequeño Arthur:

Yo pintaba silencios, noches, dibujaba lo inexpresable…  





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La nueva muestra, "The Dangerous Ability to Fascinate Other People" comienza el próximo 9 de septiembre  en Chicago.

 Y, desde luego, será fascinante.


http://kavigupta.com/exhibition/102/thedangerousabilitytofascinateotherpeople/works















2 comentarios:

Simon dijo...

Excelente texto jota. A todas luces te ha fascinado.
Pienso que los artistas deberían quedarse a un costado cuando salen de sus cuevas los gerentes del arte; le deseo suerte, se nota el talento.

cómo era eso de: Ceci n'est pas une pipe...

viele küsse

jotaVe dijo...

Ohhhhhhhh!

¿Abrieron las puertas de las redes sociales? :)

Gracias por el comentario! Sí, realmente me parece maravilloso el trabajo de este artista. Esas capas de pinturas como olas son geniales.

danke schön!!!
küss