Ella, por hoy, todo monólogo. Toda voz eviscerada. Toda tormenta de verano:
- Por el oeste va cayendo Enero
Sin que mis razones
Logren conformarlo.
No volverá.
Bugatti imagina un pozo amarillo (el color del girasol que está mirando) y Enero en el borde.
Y Ella:
-Dejó escrito en la jaula vacía
Y en los dientes del calendario
Que si no supe usarlo
No fue su culpa.
Bugatti se pasa la lengua por sus propios dientes. Culpas enjauladas. NO!
Y Ella sigue:
-Se llevó las palabras
Ajadas por el sol
Esas que flotaron y
Nadie quiso oír.
Bugatti prende un cigarrillo. Flotan anillos de humo que se alzan hasta el cielorraso. Ambos con los ojos en el vértice izquierdo del salón.
Y más:
-Dejó una torpe araña
Para el mes siguiente
Que sube y baja
Por el mismo hilo.
Ahora es la voz de Bugatti la que recorta el lugar:
-No entiende
Debe girar sobre si misma
Dibujar su cuerpo en la pared
Pero no entiende…
Quizá Febrero.
Ella confirma con un gesto. Se levanta de su sillón y camina hasta la ventana:
-El reloj de mi torre
no dice Big Ben
pero algunos segundos
tienen niebla.
Bugatti también se levanta y busca entre los CD el recuerdo de esa otra araña y ese otro Enero:
- El reloj de mi torre
No dice Big Ben
-tampoco-
Pero algunos segundos
Tienen estrellas.
Y como siempre, apretó play:
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