sábado, 25 de octubre de 2008

Papá Noel soy yo...


No deseaba imitar a mi padre pero era hora de que ganara mi propio dinero. Intenté vender, junto a Tomás, unos largavistas para ver el Cometa Haley. Noches en Punta Lara desperdiciadas porque lo único que conseguimos fue que las parejas abandonaran los trabajos manuales para putearnos.
Una mañana me trajo un recorte de diario. JOVEN CON TALENTO. BUENA REMUNERACIÓN, ENTREVISTAS PERSONALES. CALLE 1 esq. 528. TOLOSA. Él estaba trabajando para un pasador de quiniela. andá boludo, en media hora estás ahí.
No había negocios ni carteles, sólo una casa de familia y una fila de personas uniformadas por la transpiración. Era extensa y parecía petrificada. Detrás de mi se había formado una curva que se perdía sobre la calle cortada por las vías. Alguien con cara de orto repartía números. ¿Calor eh? Le dije al que estaba adelante. Seguro que va a llover. Ningún sonido salió de la caverna vecina. Ni me miró.
¿Quién te ha visto y quien te ve, no?- insistí- nunca pensé que terminaría buscando trabajo.
-Somos fatalmente extraños a nosotros mismos-. Contestó mi vecino, desde un medio perfil que se perdió en las arrugas del asfalto. Llegó el cansancio, llegó el sol del mediodía, llegó mi turno.
Bordeé la casa hasta un quincho cerrado con ladrillos huecos. “Oficina” leí en un cartel de cerámica con letras manuscritas. Esperé que saliera mi antecesor. Cuando se abrió la puerta vi su inmensa boca optimista. Alguien gritó desde el interior EL QUE SIGUE.
El quincho oficina no tenía ventanas. Un ventilador colgaba del tronco principal. Sólo funcionaba una lamparita. El gordo no se movió de su sillón. Su imagen blanca, lampiña, sin gesto contrastaba con la del chimpancé, trajeado y cubierto de papeles que sonreía desde el póster. “El jefe siempre tiene razón”.
- ¿Qué experiencia tenés en el rubro navideño?- arrancó el gordo.
- Sé hacer pesebres de masapán. No... un chiste.
- Mira pibe, nuestro trabajo es muy importante. La competencia es cada vez más dura. Ya no saben qué inventar y estamos en Diciembre.
El ventilador, como un perro rabioso persiguiendo su cola, no surtía efecto: el gordo transpiraba gotas de margarina. Entre sus dedos jugaba un encendedor dorado.
- El año pasado largamos nuestros papá Noel con una producción impresionante: cantaban villancicos y bailaban tap. Fue un éxito. Pero este año lo hacen todos los mendigos de la ciudad, pasó de moda. Ya nadie lee nuestros volantes. Pensamos en hacer estatuas vivientes pero también esa historia está quemada. El último recurso que nos queda es la actuación. Papá Noel se para en una esquina con su bolsa. Un chorro con pasamontañas negro y una nueve se enfrenta a él y le grita “dame la bolsa o te quemo”. Acto seguido, ¿te lo vas imaginando? Acto seguido decía, Papá Noel pide auxilio a los chicos que pasan y entre todos detienen al ladrón. Papá Noel da las gracias y reparte caramelos con un volante de nuestra juguetería. Es cuestión de marketin, estas boludeces son las que venden.
- ¿Y cuál sería mi trabajo?- pregunté resignado.
-Es un trabajo sencillo. Sos bastante morocho, das más para chorizo, pero no hay nada que un buen maquillaje no arregle. A ver decí JO, JO, JO.
Lo hice. Y agregué merry cristmans.
-Mañana te espero a la misma hora para la última prueba, me parece que estás contratado.
Saludé con la cabeza al chimpancé y salí.
La abuela me estaba esperando con té frío. Preguntó cómo me había ido mientras me sacaba la corbata. No quise decirle que los tipos eran unos chantas.
-Mañana tengo que volver. El dueño... Mi cara debe haber dicho bastante porque me pidió que le buscara el lado positivo Emir, la necesidad tiene cara...
A la mañana siguiente, me vestí y tomé el camino hacia la parada del colectivo.
No éramos tantos como el día anterior, Pasábamos en parejas. Parecía que el gordo no se había levantado de su sillón. ¿A ver si ensayaron?, preguntó. Un asistente nos alcanzó las barbas blancas.
Mi compañero soltó un JO, JO, JO tan miserable, que no fue necesario que repitiera el mío. Negrito, sos el nuevo papá noel.


Por supuesto que el espectáculo nunca prosperó. En la primer actuación mi partener se cansó de pegarme sin que nadie fuera capaz de aminorar el paso. La segunda actuación no fue menos triste: se me rompió el traje justo en el culo y no pude continuar. En la tercera nos dimos por vencidos frente al mostrador de la comisaría, justificando los golpes oficiales que ligamos en una confusa tentativa de robo.
Nunca supe como se llamaba mi compañero de rutina. Para mí sólo era “Raviol”, su nombre artístico. El traje no sólo me lo quedé sino que comencé a usarlo en todas las fiestas de disfraces.
****



Hubo noches en las que el fantasma de mi primo Ezequiel no me dejaba dormir y me obligaba a recordar que él me había dicho hay ciertas utopías en las que no nos conviene creer. Papá Noel es una de ellas. Es un invento para regular el comportamiento de los chicos. ¿Qué son utopías? Le pregunté. Aquello que no existe y que para mí ya no existirá. Entendí que Papa Noel no existía. Lo odié y desee que él también se convirtiera en utopía.


Hoy, sin embargo, no dejo de envidiar su resolución para decir lo que creía verdadero. Mirando el traje rojo me veía parado en la puerta de algún Jardín de infantes o de una escuela primaria. Me sacaba la barba y el gorro, el cinturón negro y los pantalones, gritando: NO SE DEJEN ENGAÑAR PAPA NOEL NO EXISTE COMIENZAN POR ÉL Y NUNCA SABREMOS DONDE TERMINARÁN.



( No. Nunca lo hice, nunca fui tan heroico. ¿ Con qué sentido iba a serlo si una mañana cualquiera podíamos explotar como Chernobyl? Lo máximo que he podido hacer fue pactar y suelo despreciarme por ello)



De Shhhh, que sueñes con angelitos!

2 comentarios:

Marijuana's Road to Respectability dijo...

Julieta, me gusta tu lucha interior, me gusta que denuncies lo que es un asco.
Escribes maravillosamente bien y me sacudes con tu firmeza.
Besos, sin palabras casi me quedo
PD,- y voy entendiendo mejor. Todo, hay que leerte.

Julieta dijo...

:)

Gracias Francisco! Disculpá el horario de mis respuestas pero generalmente ando muyyy tarde por estos sitios ( Y en tu ciudad ha de ser muyyyy temprano no?)

Gracias por leer!

Vuelvo a tu Abraxas...

Beso!