jueves, 18 de septiembre de 2008

Acres de diamantes






Acá estoy, recordándole a mi mente que “ Te he explicado un conocimiento aún más confidencial. Delibera bien acerca de esto y luego, haz lo que desees” ( Bh.G. 18.63)

Y ese “haz lo que desees” es la gran encrucijada diaria… porque estamos aprendiendo.




Acres de diamantes

Había un granjero en África que estaba feliz y contento. Era feliz porque se sentía completo. Era completo porque se sentía feliz. Un día un hombre sabio vino a él y le habló sobre la gloria de los diamantes y del poder que va junto con ellos. El hombre sabio dijo “si tienes un diamante del tamaño tu pulgar, podrías tener tu propia ciudad. Si tenías un diamante el tamaño de tu puño, podrías poseer probablemente tu propio país.” Luego se marchó.
Esa noche el granjero no pudo dormir. Estaba infeliz y descontento. Era infeliz porque se sentía incompleto y estaba incompleto porque era infeliz. A la mañana siguiente, decidió vender su granja y fue en busca de diamantes.
Él recorrió todas las partes de África y no encontró nada. Recorrió Europa y tampoco halló nada. Cuando llegó a España, estaba emocional, física y financieramente quebrado. Perdido, decidió no vivir más.


En su antiguo hogar, la persona que lo había comprado daba de beber agua a los camellos en una corriente que atravesaba la granja. Los rayos del sol de la mañana golpearon una piedra y surgió una chispa de arco iris. Le gustó tanto lo que vio que tomó la piedra y la puso en la sala de estar.

Una tarde el hombre sabio regresó y vio chispear la piedra. Preguntó, “Esa piedra es de España?” El nuevo dueño dijo, “no, porqué preguntas?”
El hombre sabio dijo, “porque eso es un diamante. Reconozco uno cuando veo uno.” El hombre dijo, “no, ‚es apenas una piedra que tomé de la corriente. Venga, se lo mostraré. Hay muchas más.
Fueron a escoger algunas muestras y las enviaron para analizar. Efectivamente, las piedras eran diamantes. ¡Descubrieron que la granja estaba cubierta, de hecho, con acres y acres de diamantes!


Hay cinco puntos a observar de esta historia. Son:
1] Cuando nuestra actitud es positiva, entendemos que estamos caminando en acres y acres de diamantes. La oportunidad está siempre bajo nuestros pies. No tenemos que ir por allí en una búsqueda alocada. Todo lo que necesitamos hacer es descubrirla.

2] La hierba en el otro lado parece siempre más verde.
3] Mientras que envidiamos la hierba de otro lado, hay otros que envidian la hierba en nuestro lado. Con toda seguridad cambiarían lugares con nosotros.
4] Cuando no sabemos reconocer las oportunidades nos quejamos
5] La misma oportunidad nunca golpea dos veces. La siguiente puede ser mejor o peor, pero nunca es la misma.

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