lunes, 31 de diciembre de 2007

BRILLA TU



Es la tarde y no hay espacio ( ni tiempo) para otra charla.


Vincent me mira desde sus cuatro rostros. Pregunta por las nubes. Le explico que son diferentes, que tienen una textura imposible de pintar.


Perdón… Me río del imposible.


Sigo contando.
El ha visto tantos cielos nocturnos y mis palabras son tan acotadas, pero fue lo que percibí: infinitas estrellas donde creí que había vacío…


Que ignorancia la mía… “las estrellas ahí nomás, a su alcance, frías.”


“¿Pongo un poco de música?” No hay respuesta.


Conozco sus silencios tanto como los míos…

No hay comentarios: