sábado, 14 de julio de 2007

Realidad...


Zoológico de Buenos Aires. El “hábitat” del mono forma parte del recorrido casi obligatorio de cientos de personas que se paran a observarlo; que le sacan fotos…
El sigue actuando su vida: come, duerme, juega con las sogas…
¿Se habrá cansado de mirar ese paisaje de libertad?
Un paisaje que le muestra la llanura ilimitada, el cielo tormentoso, la posibilidad del encuentro con otros “iguales”?
Un telón de fondo…
Si comprendió que sólo se trata de una gran ilusión ya no intentará escapar chocando con la pared… aunque lo más probable es que día a día vuelva a desear satisfacer esa esperanza.


Pensemos esta imagen al revés… el mono nos observa… vos y yo, día tras día también, intentando convertir nuestra celda, nuestro gran mural en “realidad” y lo único que conseguimos es chocar con la pared…






P.D.: Un poco de Amor Francés… a propósito de las mentiras…


“A partir de la noche en que me besaste en la frente, me juré a mí mismo no mentirte nunca. Es el procedimiento más rudo, más brutal; ¿dirás, acaso, el menos tierno? Pero creo que obrar de otro modo sería despreciarte, envilecerte incluso. No estás hecha para que se te sirva con un amor falso y lleno de muecas. Preferiría rajarte la cara que burlarme de ti a tus espaldas.”
Carta de Gustave Flaubert

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