“Yo jamás hablo de libertad” Jacques Lacan
Quién no acercó una caracola a su oído
y descubrió
una playa desierta
el desmoronarse de los castillos
las campanas de la Atlántida
llamando a orgía
un mar grave
empetrolado
cien botellas de ausencias
el gemido andrógino de las dunas
Quién no acercó una caracola a su oído
y quebró
El silencio de las algas
Reteniendo la partitura
del viento
rebelde
entre la piel
y la camisa desprendida
del cadáver
los huesos de los barcos
la carta sin estampilla
las alarmas del Belgrano
el tiritar del pañuelo
de Alfonsina
con sus puntas
anudadas
Quién no acercó una caracola a su oído
Y comprendió
eso que uno siente sin oir
el llanto de la marea
mientras danzan los cangrejos suicidas
el rumor de los corales
despechados
-ese desequilibrio perfecto del amor-
O el reproche
circular
de la propia conciencia.
2 comentarios:
Si... y los deseos, y las ausencias, el silencio de un momento íntimo y mil millones de olas contra las rocas.
Cuántas sensaciones al leer Jota... quiero decir que me gusta leer lo que escribes, es decir, te quiero y leo mientras te imagino... si, eso, no se, como estar ciego, oyendo el rugido lento del planeta dentro de una galaxia en espiral, la diáspora irreversible de las nubes, oír un nombre lejos de la realidad con los ojos cerrados; navegar por la estructura interna del lenguaje una tarde de primavera esperando a Mercurio.
Si, lo que quería decirte, no se cómo explicarlo, si: Te quiero. ¡Ah, ya lo dije! Bueno, si, quiero decir...
:)
Un beso enorme.
Una canción:
Tú no eres un héroe en la TV
Eres mi héroe propio
El loquito de Lacan (via Freud) y su séquito insistían: todo lo que asociamos está recontra atado a lo que somos; lo que somos a lo que fuimos... a lo que seremos- si hay algo después de terminar de escribir esto-.
Asociando: el hombre que fuma recostado sobre la pared, en la profundidad del azul, es mi locura compartida en las playas de la vieja "Huerva"...
Gracias por entender mi despiste intelectual!
Te quiero.
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