viernes, 5 de diciembre de 2008

Como un hongo



20/06/08
Como un hongo… como un esclavo favorito que espera la gentileza de su amo; que no sabe (o no quiere o no puede) distinguir entre izquierda y derecha, entre comida o azote.


Así las cosas. Pero no importa:


Doy cartas entre ausencias, presencias e invasiones.

******************************************


¡El cielo se ha despejado sobre mí! Ayer al mediodía hubiera podido decirse que era mi cumpleaños. Vd. me envió su respuesta afirmativa, el más hermoso regalo que nadie hubiera podido hacerme, mi hermana me mandó cerezas, Teubner los tres primeros pliegos impresos de mi "Gaya ciencia", y para rematar todo ello acababa de terminar la parte última del manuscrito y con ello la obra de seis años (1876-1882), toda mi "espiritualidad libre". ¡Qué años! ¡Qué tormentos de toda especie, qué soledades y qué hastío de la vida! Y contra todo ello, casi contra la vida y la muerte, me he compuesto ésta mi medicina, estos mis pensamientos con sus pequeñas, pequeñas franjas de cielo despejado sobre sí. ¡Ay, mi querida amiga! Cuantas veces pienso en todo ello, me siento trastornado y emocionado, y no sé cómo todo ha podido lograrse. Compasión por mí mismo y el sentimiento del triunfador me inundan por completo. Es, en efecto, un triunfo y un triunfo completo, ya que hasta la salud del cuerpo -yo no sé de dónde- ha salido de nuevo a luz, y todo el mundo me dice que parezco más joven que nunca. ¡El cielo me proteja de locuras! Pero, a partir de ahora, en que Vd. me va a aconsejar, estaré bien asesorado y no tengo que abrigar temor alguno.

Friedrich Wilhelm Nietzsche,Carta a Lou, julio de 1882




P.D.: Todos somos ciertos. Sé que no va a asombrarte que mañana, quizá, no regrese.

No hay comentarios: