sábado, 28 de mayo de 2016

Dicha

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“El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre. Hay que imaginarse a Sísifo dichoso.”
Albert Camus, El mito de Sísifo

Tengo frío y no he llegado a la cima
¿Quién le quitó la piel  a todas las tristezas
dejando en carne viva sus raíces absurdas?

Busco un suéter viejo para cubrirlas
Aceite de sándalo para perfumarlas
mi dark jazz preferido para que vibren junto al saxofón.

No hay caso
siguen derrochando sinsentido
y esta niebla de otoño sosteniendo la mirada!
y esta luna de mayo alumbrando el destino dichoso
de ser Sísifo
o la puta piedra.


viernes, 13 de mayo de 2016

Avenidas

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Caravanas de autos a más de cien kilómetros por hora que te obligan a fijar la vista  en el frente o el centro del retrovisor. Te empujan;  Te llevan siguiendo un ritmo impuesto por la rutina.   Distraerse puede ser una fatalidad.
Y dejas pasar el estallido del otoño en la copa de los árboles, el ocaso y tu propio deseo de detenerte y grabar esa imagen.

  “Quizá mañana” murmurás; pero no es el “mañana” de la niñez que te hacía dormir soñando futuros. Es eso otro mañana del pendiente frustrado, sabiendo que, probablemente, el sol no ilumine sobre el mismo ángulo, o llueva o un viento violento arranque las hojas o tus ojos ya no estén para mirar.

Así. En todo. Medidos, empujados, llenos de pendientes.

No.




viernes, 6 de mayo de 2016

En todo, una melodía

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“La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en el silencio.” Víctor Hugo



Las cartas. “Mi desgracia”, escribió Chopin. Y fue vals.

Semáforos en rojo  y el vuelo de gorriones entre los autos
dos monedas que apenas caben en una pequeña palma sucia
a cambio de un santo desconocido y una mínima sonrisa

Allí
En los ojos que se cierran rogando  por un mañana donde todo, aún, esté de pie
La calle, la casa, los amigos;
Donde el sol no tenga las ojeras causadas por las bombas

Melodía la que ejecutan las velas desplegadas
y ese cortejo de vientos y delfines
que asisten al funeral de sus fantasías, mar adentro.

También
en las yemas de los dedos sobre la piel desnuda
en el coraje de releer la propia historia
mientras un coro de hojas otoñales
y un grave listado de pasiones en sepia
cantan en mi corazón

en todo existe una melodía…
Sigo buscando.