jueves, 25 de noviembre de 2010

River o el legítimo nombre de mi Mediterráneo.



Entonces fue cuando empezó a llorarme la memoria sin ninguna explicación” Gabriel Báñez(1951-2009)


Nuevamente me llora la memoria. Esta vez desde la vida compartida a través de miles y miles de palabras.

Un Mediterráneo hecho palabra con las luces de la costa y sus delfines. Faros, cielos,  flores: apalabrados, también.

Y un alma limpia,  como aquella que cualquiera de nosotros desearía entregarle a su más preciado afecto. Un alma que se creía  letra minúscula...  

Cuentan los que, supuestamente, saben que Aribert (River) Costa, un catalán maravilloso, músico, navegante, tímido poeta, coleccionista de migas de pan para alimentar gorriones,   guardián entre el centeno y tantos etcéteras…
Cuentan, digo, que el  niño rubio que solía jugar en las playas de  S´Agaro  ya no camina por los muelles de Barcelona ni toca su guitarra ni escribe. Eso dicen.

Será  la verdad más mundana.

Acá, en la Cruz del Sur, lejos de toda oscuridad,  sigue siendo Mi  Fuente.


Deshacer  el frío de esta luna.

Hasta la ignorancia

Desandar  caminos


Desmontar telones

Y corceles

Desatar los nudos

Que me unen

Al reflejo

de lo que alguna vez

ha sido.


No sé si puedo.

No quiero.









Sigo buscando los lugares verdaderos. Allí te encuentro.

miércoles, 10 de noviembre de 2010