sábado, 23 de diciembre de 2017

Verano en la tormenta



Pronostican un verano tormentoso (mire desde el ángulo que mire),  de esos en los que la quietud de los frutos se estrella contra el suelo al paso brutal del granizo.  De esos en los que la energía eléctrica se evapora y no queda nada para hacer más que contabilizar rayos a través del ventanal. Uno, dos… cien.  Pero entre rayo y rayo, aparece una luciérnaga - intermitente también – con su panza de led apoyada sobre el vidrio,  recordándome que la luz es propia.
Mi vida es esta tosca contradicción: la frase “siempre puede ser peor” bordada en  un pañuelo con las puntas anudadas y que huele a jazmines.
Cruzo los dedos. A seguir. 

martes, 12 de diciembre de 2017

Palo borracho



Hubo un tiempo en el cual mitos y dioses no eran menos reales que la copa de vino o el pedazo de pan. Tiempo de personas convertidas en flores, en aves, en cenizas de alas-pegadas con cera- esparcidas sobre el mar. 
También hubo un tiempo de hadas y duendes custodiando bosques. De espíritus invocados alrededor de una hoguera aun  cuando, a lo lejos, se escuchara el incesante estallido de los cañones.

De ese pasado no queda nada. La magia de hoy es este  abrazar la realidad, semejante a un inmenso palo borracho, y pretender cambiarla sin importar cuánto nos lastimarán sus espinas.