*A medio camino entre un film de Kusturica y uno de Tarantino, la
escena del ex secretario de obras públicas revoleando bolsos con millones de dólares,
a través de las paredes de un convento, a las cuatro de la madrugada, nos dibuja a muchos de nosotros la amarga sonrisa de la confirmación. ¿Sabés que tira junto a los bolsos? Tira tu no-techo de losa y te deja con cuatro
chapas podridas. Tira tu no-asfalto y
te deja el barro que se te mete hasta el alma. Tira tu fe en los gobiernos “populares”.
*Nunca había sentido con tanta violencia el paralelismo de espacios
y tiempos. Mientras ese hijo de mil putas pide cocaína y se hace el alucinado
otros cientos de hijos de puta se hacen los sorprendidos.
Esto, acá.
*Allá, en uno de los mundos paralelos llamado “Pulse”, alguien saca
su fusil Sig Sauer MCX y comienza a disparar haciendo “blanco” exacto
en 50 personas y mejorando la performance electoral de un tal Pato Donald Trump.
*Un poco más a la derecha del mapa un caimán de Disney se roba un pequeño niño de las manos de sus
padres quizá como acto de “justicia” por la muerte de otro compañero de
cautiverio, el gorila del zoo. (Lástima que siempre en estos intercambios paga la persona equivocada.)
*En la primavera mediterránea, el mar se puebla de barcos, delfines
y cadáveres abandonados que alguna vez fueron madre amasando pan, hijo jugando
con una pelota, padre buscando refugio entre los escombros. El vaticano
propicia la creación de más cuadrillas juntacadáveres mientras estrecha la mano
de uno y otro bando hacedores irrefutables de todos los conflictos.
*la lista de espacios y tiempos es infinita. Quizá tus tiempos sean
un paso de comedia u otra tragedia más.
Hasta aquí, este junio congelado. Y mi fiebre. Y la falta de
electricidad. Y la carrera sin GPS. Y otro duelo consagrando mi experiencia en
los círculos del amor fallido.
O sea… nada en comparación.